Bulimia Nerviosa
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La Bulimia Nerviosa es un Trastorno de la Conducta Alimentaria que se estima que sufre de un 1% a un 3% de mujeres adolescentes y jóvenes en los países occidentales. A las personas que sufren este tipo de trastorno les suele acompañar un halo de vergüenza y culpa, ya que las conductas asociadas a esta enfermedad están señaladas como “raras” o son incomprensibles para la mayoría. Esta vergüenza hace que las personas que sufren el problema tarden más en pedir ayuda y, cuando lo hacen, la situación puede ser grave y traer consecuencias severas para la salud de la persona.
El objetivo de este artículo es poder hablar sobre qué es la Bulimia, dar algunas orientaciones sobre cómo diagnosticarla (teniendo en cuenta que cada caso es único y que se necesita de un equipo multidisciplinar para poder hacer un buen diagnóstico) y despejar algunas dudas y mitos sobre esta enfermedad.
¿Qué es la bulimia nerviosa y cómo identificarla? Clarificando conceptos
Para empezar, vamos a explicar qué es la Bulimia Nerviosa (BN). En primer lugar, decir que para hacer un diagnóstico lo más afinado posible se requiere de un equipo de profesionales sanitarios expertos en el terreno de los Trastornos Alimentarios. Lo que vamos a ver a continuación, son algunos indicadores para identificar el problema:
- Durante la enfermedad se dan episodios recurrentes de atracones. Para saber qué es hacer un atracón, podemos decir que consiste en ingerir una cantidad de alimentos superior a la que se ingeriría normalmente en un periodo determinado de tiempo.
- Sensación de falta de control sobre lo que se ingiere durante el episodio.
- Comportamientos compensatorios para evitar el aumento de peso, como puede ser el vómito autoinducido, el uso de laxantes o diuréticos, el ayuno o el ejercicio excesivo.
- Los atracones y los comportamientos compensatorios se dan al menos una vez a la semana durante tres meses.
- La valoración que se tiene sobre sí mismo está claramente influida por el tamaño y forma del cuerpo. Existe una gran preocupación por el peso.
Cuando hacemos referencia a cualquier tipo de Trastorno Alimentario, tenemos que tener presente el concepto de “migración diagnóstica”. Esto significa que la persona que llega a consulta y recibe una orientación diagnóstica de Bulimia Nerviosa, puede que en el pasado haya presentado sintomatología compatible con un diagnóstico de Anorexia Nerviosa. Y es posible que, si esa misma persona no recibe tratamiento, en el futuro pueda presentar un Trastorno por Atracón. Más allá de las “etiquetas diagnósticas”, tenemos que tener presente que los Trastornos Alimentarios responden principalmente a dificultades psicológicas y emocionales, es ahí donde hay que poner el foco, principalmente, para la recuperación de la enfermedad.
Sobre los atracones de comida
Para algunas personas es difícil entender cómo alguien puede hacer atracones de comida cuando les preocupa mucho su peso y lo que persiguen es precisamente bajar de peso. Ante esta cuestión, es importante entender que un Trastorno de la Conducta Alimentaria o una mala relación con la comida responde principalmente a dificultades emocionales y psicológicas, así que para entender este tipo de comportamientos hay que preguntarse qué se esconde detrás.
Durante los atracones, se busca encontrar un bienestar inmediato y placentero, algo que me haga sentir bien por unos instantes. Y realmente ese bienestar dura poco ya que inmediatamente después aparecen sentimientos de culpa, vergüenza y arrepentimiento. El episodio de atracón es vivido como una debilidad, como algo malo. Por eso algunas personas buscan completar la ingesta compulsiva cuanto antes para luego poder compensarla.
Durante los atracones, se busca encontrar un bienestar inmediato y placentero, algo que me haga sentir bien por unos instantes.
Los atracones suelen darse durante intentos extremos de restricción alimentaria. Algunas personas no comen nada fuera de los atracones y la mayor parte del tiempo practican una dieta estricta.
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Conducta purgativa en la bulimia
Podemos dar por hecho que la conducta purgativa por excelencia en la Bulimia Nerviosa es el vómito, pero no tiene por qué ser así. Hay otro tipo de conductas compensatorias que se dan en la BN. De hecho, una persona puede ser diagnosticada de BN y que se haya autoinducido el vómito muy pocas veces en su vida.
El vómito se convierte en un recurso para compensar los atracones de comida en personas que piensan que vomitar puede ser una buena forma de comer lo que quieran sin engordar. Pero esto no es así, ya que el vómito autoinducido trae consecuencias muy severas para la salud y algunas de ellas son irreparables. Algunas de estas consecuencias son: daños odontológicos, inflamación de las glándulas salivales, daño en la garganta, daño en el esófago, daño en las manos, desequilibrio de electrolitos y de fluidos, etc. Unos niveles bajos de potasio pueden derivar en irregularidades cardíacas potencialmente peligrosas, por ejemplo.
Con el tiempo, hay personas que descubren en el vómito una forma de liberar tensión. En consulta, muchas veces escucho que le vómito es una forma de “sacar todo” lo que se guardan para ellas y se callan, de una manera simbólica podemos ver como es una forma de desahogarse, de buscar un alivio y sentirse menos “cargada” también en el terreno emocional.
Hay que decir que está demostrado que el vómito es ineficaz para perder peso ya que solo se expulsan la mitad de calorías ingeridas en un atracón. Además de que el vómito perpetúa la conducta de atracón, ya que al encontrar una solución para comer lo que quiera sin sentirme culpable no lucho por terminar con los atracones y me permito hacerlos con más frecuencia.
Hay personas que también recurren al abuso de laxantes para compensar los atracones. La sensación de “vaciado” es una fantasía que hace que la persona se sienta mejor tras el atracón. Pero en realidad los laxantes tienen poco efecto en la absorción calórica, actúan en la parte inferior del intestino mientras que las calorías se absorben en la parte superior. Producen una pérdida temporal del peso debido a la pérdida de líquidos, pero la pérdida de peso es efímera ya que el peso se recupera casi inmediatamente al rehidratarse. También hay que decir que el uso de laxantes produce daños permanentes en el intestino.
Otra conducta compensatoria es el exceso de actividad física después de hacer un atracón. En principio puede parecer que es menos invasiva y dañina que las anteriores, pero cuidado con utilizar el deporte con fines que perjudican a nuestra salud mental. Si el deporte genera culpa cuando no lo hago, siento que me obsesiono con hacer deporte, no cubro mis necesidades nutricionales cuando hago deporte, me aíslo y priorizo el deporte antes que otras actividades de mi día a día… estos podrían ser algunos indicadores de que el deporte se está convirtiendo en una conducta de riesgo.
Algunos mítos sobre la bulimia nerviosa
Se suele asociar la conducta del vómito exclusivamente a la BN, pero también se da en otro tipo de Trastorno Alimentario. De hecho, en la Anorexia Nerviosa existe un subtipo que se denomina Anorexia Nerviosa tipo con atracones/purgas. Por lo tanto, no podemos sentenciar que una persona que se autoinduce el vómito es porque sufre de Bulimia Nerviosa.
Las personas que hacen atracones de comida, por lo general, también sufren una gran preocupación por la imagen corporal y el control de su peso. Podemos caer en el error de pensar que como hacen atracones se despreocupan y les da igual. No es así, de hecho, esa misma preocupación por el peso es lo que impulsa a la persona a restringir y esta restricción alimentaria es la que la lleva, entre otros motivos, a hacer los atracones.
Por último, decir que no hay determinante de peso en la BN, esta enfermedad se puede manifestar en todo tipo de corporalidades.
¿Qué hacer si sufro este problema?
Lo más importante es pedir ayuda cuanto antes y ponerte en manos de profesionales especialistas. Pasar por encima de la vergüenza y dejarte ayudar y acompañar en la recuperación. Dar el paso puede ser muy difícil, pero te animo a que lo hagas si crees que lo necesitas y te des una nueva oportunidad para relacionarte contigo y con la comida de una manera distinta y mejor.
Rocío Rodríguez
Psicóloga sanitaria
