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Título del libro: Intolerancia a la fructosa: Combatirla sin déficits con una dieta equilibrada.
ISBN: 9788416918683
Autoras: Sonia González y M.Pilar Gómez
Editorial: Lectio

¿Sientes que todo te sienta mal y estás desesperado? ¿Crees que llevas una alimentación saludable y aún así empeora tu sintomatología? ¿Tu malestar dificulta tu vida social y tu día a día? Probablemente necesites leer este libro y sea un buen momento para acudir a un dietista-nutricionista para que te ayude a mejorar tu calidad de vida.

Si sufres dolencias intestinales (distensión abdominal, punzadas, hinchazón, pesadez, gases, irregularidades en el tránsito intestinal), llevas un ritmo de vida estresante, comes rápido, tienes una vida sedentaria, consideras que no tienes unos hábitos alimentarios saludables pero has empezado a cambiarlos y sientes que no mejora y no sabes cómo remediarlo o qué comer, sigue siendo TU LIBRO.
Las dietistas-nutricionistas Sonia González y M. Pilar Gómez abordan los puntos clave que deberías conocer para que descubras todo lo que hay detrás de esta incómoda condición. Lamentablemente, encontramos que la intolerancia a la fructosa y otras como el sorbitol están infradiagnosticadas por la inespecifidad de los síntomas lo cual dificulta el diagnostico y posterior tratamiento. Y te preguntarás ¿Cómo puede ser que cueste tanto de diagnosticar a día de hoy? Te lo resumo en los siguientes puntos:
  • Normalizar la situación restándole importancia “total siempre me encuentro así”
  • Dificultad para pruebas diagnósticas en la seguridad social
  • Ausencia de dietistas-nutricionistas en la seguridad social
  • Falta de atención personalizada

Entiendo que pueda llegar a ser muy desesperante de verdad, así que tanto yo como mis compañeras te recomendamos que pidas cita a un médico especialista acompañada de una estrategia dietética adecuada con un dietista-nutricionista especializado.

Intolerancias alimentarias y síntomas digestivos

Cuando hablamos de intolerancia alimentaria (no alergia, son dos cosas diferentes) es importante entender que se debe a uno o más defectos hallados en nuestro intestino ya que la mayor parte de nuestro sistema inmune (encargado de reaccionar ante un peligro dando lugar a una respuesta anómala) se encuentra en el sistema digestivo y es ahí dónde hay mayor concentración de bacterias. Tal y cómo explica el libro y nuestra experiencia en consulta, las intolerancias más comunes son: lactosa, fructosa, sorbitol, proteína como el gluten (no celiaquía) y otras tipo farmacológico. Normalmente los síntomas suelen ser a nivel digestivo (dolor, hinchazón abdominal, nauseas, vómitos y diarreas) aún así también pueden darse casos de migraña o rinitis.
imagen interior libro intolerancia a la fructosa
Imagen extraida del libro Intolerancia a la fructosa: Combatirla sin déficits con una dieta equilibrada. 

Entendiendo la intolerancia a la fructosa

Si ya has identificado los síntomas o posibles causas pero no entiendes el porqué de esta intolerancia o qué sucede en nuestro sistema digestivo, este sigue siendo TÚ LIBRO. En el, encontrarás una amplia descripción y explicación sobre los diferentes tipos de azúcares (monosacáridos, disacáridos y polisacáridos) además de su proceso de digestión y absorción. También, entenderás la importancia de la integridad y el buen funcionamiento de nuestras bacterias y sistema inmune para evitar el denominado Síndrome de intestino permeable.

Una mala alimentación basada en azúcares, harinas refinadas, procesados, exceso de gluten o patologías como celiaquía, candidiasis, helicobacter pylori, uso excesivo de antibióticos pueden ser los responsables de debilitar dicha integridad. Entre estos azúcares, encontramos los fermentables (fibras prebióticas): fructosa, fructooligosacardios y fructanos. A diferencia de otros, su unión no puede ser separada por nuestras enzimas digestivas pero sí serán utilizadas por nuestra microbiota intestinal, aportando beneficios a nuestra salud. En caso de intolerancia a la fructosa o sorbitol el consumo de excesivo lamentablemente no será tan beneficioso.

No hay una microbiota igual que otra y depende de muchos factores como el parto (vaginal o cesárea), edad, dieta, ejercicio, lugar de residencia, raza o etnia entre otros.

moleculas de fructosa
Imagen extraida del libro Intolerancia a la fructosa: Combatirla sin déficits con una dieta equilibrada. 

Intolerancia a la fructosa y dieta FODMAP

En nuestra dieta hay muchos alimentos que contienen estas sustancias conocidas bajo el nombre de FODMAP (fructooligosacaridos y galactooligosacaridos, disacáridos, monosacáridos y polioles). En caso de padecer alguna intolerancia, pueden provocar cierto malestar o problemas de absorción debido a aun aumento de la sensibilidad intestinal, deterioro de microvellosidades intestinales u otros dando lugar a una mayor producción de gas y con ello síntomas tales como flatulencias, inflamación, dolor, etc. Depende del grado de malabosrción y características individuales se desarrollará una sintomatología u otra. De aquí, la gran importancia de tener una microbiota sana.

Teniendo en cuenta estos signos y síntomas se crea una estrategia nutricional llamada dieta FODMAP que en consulta realmente aporta muy buenos resultados. Consiste en eliminar, reintroducir e individualizar cada caso pero sobretodo y lo más importante antes de todo, es tener un buen diagnóstico para saber actuar debidamente. Por ello, nuestras compañeras dietistas nos explican qué pruebas son las más recomendadas y con mayor evidencia científica para el diagnóstico además de las indicaciones de preparación previas a dicho test (ya que si no se realiza correctamente puede alterar el diagnóstico).

Sonia y M.Pilar te explican como interpretar las pruebas en su libro

La prueba consiste en analizar la cantidad de hidrogeno y metano producido por las bacterias. A niveles normales hay una producción de gas normal, en malabosrción aumenta mucho esta cantidad. Una vez hecho el test, viene la interpretación de resultados y seguramente si no acudes a un profesional especializado puedes tener confusión a la hora de entenderlos. Aún así Sonia y M. Pilar te lo han puesto un poco más fácil elaborando unas gráficas estupendas donde explican mediante tablas como interpretar los resultados. Es aquí, cuando tendremos un diagnóstico más claro sobre posibles intolerancias alimentarias (fructosa, lactosa y sorbitol) y diagnóstico de SIBO.

Si el resultado es positivo y va acompañado de sintomatología, es hora de ponernos manos a la obra con el plan dietético que nuestras compañeras lo dividen y clasifican en 3 fases: Fase de restricción, fase reintroducción de alimentos (siempre individualizada y personalizada) y finalmente fase de normalización. Además, encontrarás:

 

  • Tablas dónde se clasifican los diferentes grupos de alimentos y se especifica su contenido o no en fructosa.
  • Tablas de frutas, verduras y hortalizas divididas en distintos grupos, según el contenido en fructosa y sorbitol (la mayoría de frutas contienen alto y muy alto contenido en fructosa).
  • Cómo elaborar un plato saludable bajo en fructosa
  • Cómo planificar un menú semanal saludable sin fructosa ni sorbitol.
Os dejo una infografía que he creado sobre alimentos a incluir y excluir en una dieta FODMAP y que forma parte de un artículo más extenso que puedes encontrar en nuestra web:
infografía dieta fodmap

El libro te ayudará a afrontar correctamente la dieta

Cierto es que la primera fase (restrictiva) puede causar ciertas limitaciones y generar problemas en nuestro estilo de vida e incluso en nuestra vida social (salir a comer fuera de casa, consumo de alcohol, estrés, ansiedad). Por ello han tenido la necesidad de escribir consejos y dar respuesta a estas preguntas para saber como afrontar estas situaciones. Durante este tiempo, te aconsejo que no dejes de asistir a las visitas con tu dietista-nutricionista para evitar posibles carencias y déficits nutricionales que pueden darse durante esta fase.

Fases de la dieta

Sé que estás pensando y seguramente te surjan muchas dudas sobre cómo y cuando pasar de una fase a otra, pero será el dietista-nutricionista el encargado de asesorarte. A modo de consejo general, te digo que cuando hay una mejora significativa de los síntomas durante 2-3 semanas puede ser un buen momento para pasar a otra fase siempre de forma progresiva, ordenada, controlada, cantidades pequeñas y guiada por el profesional.

Pasadas unas semanas del plan dietético será momento en el que seguramente descubrirás y entenderás “qué significa encontrarse bien” y “qué es tener una buena salud intestinal y digestiva”. Pero tanto mis compañeras como yo te pedimos que tengas paciencia, es un proceso que requiere tiempo y sabemos que no resulta fácil ya que pueden haber recaídas durante el tratamiento o que la introducción resulte más complicada depende del caso. Si todo va bien, será un buen momento para introducir los alimentos prebióticos en pequeñas cantidades que habíamos retirado al principio y progresivamente aumentar la ración hasta normalizar al máximo posible tu alimentación.

Herramientas e información complementaria que aparece en el libro

A modo de información complementaria podrás conocer estrategias que pueden ser de gran utilidad para el manejo de los síntomas (uso de especias y condimentos o complementos digestivos, alimentos para ayudar a mejorar tu microbiota o cómo cambiar la relación glucosa-fructosa para mejorar la absorción de esta última), listado de ingredientes involucrados en el posible desarrollo de síntomas intestinales en personas con sensiblidad a la fructosa o polioles además de recetas ricas y fáciles bajas en fructosa y sorbitol para que puedas seguir disfrutando de tu alimentación con normalidad.

Por todo ello, te recomiendo que leas este libro para que conozcas en qué consiste esta intolerancia y a su vez te pongas en manos de un profesional para que te pueda ayudar a valorar tu grado de tolerancia y poder guiarte sobre qué alimentos debes limitar y cuáles debes potenciar para evitar cualquier deficiencia nutricional.

Ponte en manos de un dietista nutricionista

Si te han diagnosticado itolerancia a la fructosa, quieres comenzar una dieta FODMAP o necesitas cualquier tipo de asesoramiento nutricional, podemos ayudarte.
Claudia Brassesco

Claudia Brassesco

Dietista-nutricionista

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